HEEL TREAD Calcetines Shadow

Dirigido por un hombre reservado y con un espía como mascota, Shadow sigue siendo uno de los equipos de carreras más misteriosos de la historia, a pesar de competir al más alto nivel en Can-Am y F1. ¿Es hora de que la Sombra salga a la luz?

Don Nichols murió en 2017, dejando atrás un increíble relato de vida. Un niño pequeño en la década de 1920, un tornado lo arrojó al bosque y lo dejó huérfano. Al crecer, dejó la escuela para alistarse en el Ejército de los Estados Unidos. Como paracaidista en el 101 Aerotransportado, aterrizó en Normandía el Día D y también luchó en Corea. Más tarde se unió a la Inteligencia Militar, siendo destinado a Japón con su familia en el apogeo de la Guerra Fría, aunque nunca lo negó rotundamente, nunca confirmó si alguna vez estuvo al servicio de la CIA. A medida que sus tareas encubiertas se agotaban, ahora hablaba japonés con fluidez, se convirtió en una figura destacada en la escena del automovilismo en ascenso de Japón.

Comenzó a importar y competir con autos de los Estados Unidos, convirtiéndose rápidamente en el tipo al que acudir para todo lo relacionado con el automovilismo, incluso Toyota compró piezas a través de él. Llegó a acuerdos con Goodyear y Firestone e incluso de alguna manera logró que Sir Stirling Moss ayudara con la construcción del Fuji International Speedway. Para entonces, no solo era muy rico, sino que estaba extremadamente bien conectado en la escena internacional de las carreras, sin dejar de ser un misterio para la mayoría: "Conocía a todos, pero pocas personas lo conocían."- escribió Pete Lyons en 'Shadow: Las Magníficas Máquinas de un Hombre de Misterio'.

En 1969, sus Sistemas Avanzados de Vehículos debutaron con el primer Shadow en Can-Am. El concepto giraba en torno a una superficie frontal baja, ruedas diminutas, casi caricaturescas y, por supuesto, un V8 estadounidense gigante de 7 litros. No fue un éxito en todos los aspectos, pero el pequeño misil capturó la imaginación del público y consiguió que la gente hablara. Esto llevó al equipo a seguir presionando y, en 1974, finalmente ganaron en grande. Superando a Ferrari, Porsche y McLaren, el Shadow DN04 de aspecto siniestro se apodera de los dos primeros lugares en el campeonato Can-Am.

Shadow también cruzó el Atlántico para ver algo de éxito en Formula Uno, especialmente en el ajuste de calificación. La falta de fiabilidad y los constantes problemas presupuestarios significaron que solo conocerían el sabor de la victoria una vez en la F1, ganando el GP de Austria de 1977 con el australiano Alan Jones conduciendo el DN07 con motor Cosworth V8 hasta su primera y única victoria.

A través de las dificultades y la tragedia, la falta de dinero y las muertes de pilotos, al igual que su líder aguerrido y astuto, el equipo desvalido conoció muchos contratiempos, pero nunca retrocedió, siempre encontrando formas poco convencionales de continuar durante más de una década contra los mejores del mundo. Los pocos pero notables éxitos de Shadow Racing son parte de la historia de las carreras, pero Don Nichols, el hombre detrás de la cortina, su vida permanecerá envuelta en misterio. 

80% Algodón Peinado, 17% Poliamida, 3% Elastano. 
Usamos tejido sin costuras para crear un calcetín sin puntadas.

Lavar del revés (40ºC / 100ºF máx.). No secar en secadora, planchar, blanquear ni limpiar en seco.